El Internet of Things (o las siglas IoT), o Internet de las Cosas en español, es un término que habrás oído recientemente y cada vez lo harás con más frecuencia.
Hace referencia a cualquier objeto que tiene capacidad para conectarse a Internet o a otros objetos. En resumen, se trata de un conjunto heterogéneo de dispositivos (desde sensores hasta una cámara, pasando por un aspirador) que están conectados entre sí o a través de redes.
Cuando estos dispositivos conectados se combinan con sistemas automatizados, es posible recopilar información, analizarla y crear una acción predefinida que puede ayudar a alguien con una tarea en particular o aprender de un proceso.
En definitiva Internet of Things permite que los ordenadores interactúen con elementos de la vida real y actúen de forma autónoma respecto a los seres humanos, para que nosotros podamos centrarnos en tareas de mayor valor añadido.
Por ejemplo, habrás oído hablar de la neveras inteligentes, que permiten detectar cuándo te faltan productos para poder lanzar un pedido; o las pulseras de actividad que permiten medir desde constantes vitales hasta tu actividad deportiva; también tenemos las bombillas inteligentes con las que, a través de tu smartphone, puedes graduar la intensidad y tipo de luz que quieres para tu casa.
Pero no sólo se ciñe al ámbito doméstico. Donde estos dispositivos están suponiendo un cambio realmente disruptivo es en los entornos industriales.
Estamos asistiendo a un importante cambio en los procesos productivos, tanto que se le denomina la Cuarta Revolución Industrial o Industria 4.0: Una factoría conectada donde, en cada punto del proceso, se puede estar transmitiendo información sobre la producción a distintos sistemas internos o proveedores externos para la toma de decisiones; sensores instalados que permiten lanzar alertas sobre la situación o estado de cada elemento.
Cada vez son más los dispositivos que se conectan a Internet, por lo que vamos a repasar los 8 dispositivos que todos tendremos en nuestras casas en los próximos cuatro años y que van a configurar lo que se denomina Hogar Inteligente.
Asistentes inteligentes:
Estos dispositivos permiten hacerle peticiones por voz y devolver la respuesta también por voz. Son la evolución de los buscadores de Internet que basan su tecnología en inteligencia artificial. Ya conocemos Siri, Cortana o Google Now, pero ahora se integran en dispositivos con aspecto de altavoz al que puedes transmitirles órdenes.
Neveras inteligentes
Estos electrodomésticos nos avisan si necesitamos reponer un alimento y si alguno está a punto de caducar e incluso pedir repuesto al proveedor. También estando el supermercado, y a través de nuestro móvil, podremos comprobar si tenemos en nuestra nevera un producto o si necesitamos comprarlo. Aunque ya están en el mercado, su uso se irá generalizando (y abaratando) por lo que en pocos años a todos nos será mucho más fácil hacer la compra.
Cerraduras inteligentes
Este tipo de cerraduras monitorizan quien entra o sale de nuestra casa cuando estamos fuera y asignan privilegios especiales a amigos o miembros de la familia. Algunas cerraduras inteligentes se pueden controlar desde una APP en el móvil; otras funcionan por activación de voz; y otras utilizan una tecnología “geofencing” que detecta a través de nuestro móvil si estamos fuera de un perímetro cercano a nuestro hogar y, en caso de que estemos más lejos, la cerradura se cerrará por sí sola automáticamente. Algunas cerraduras nos notifican incluso por e-mail quien entra o sale y nos alertan en caso de posibles intrusiones forzadas.
Termostatos
Son quizá uno de los productos estrella en las casas inteligentes. Son capaces de controlar la temperatura de nuestro hogar en todo momento y desde cualquier parte. ¿A quién no le gusta la idea de conectar la calefacción antes de llegar a casa para que cuando entremos esté a la temperatura exacta que deseamos?
Bombillas inteligentes
Se pueden activar o desactivar dentro y fuera de casa, regular la intensidad de iluminación según cada momento del día, cambiar el color e, incluso, vincularlas a otros dispositivos y que, por ejemplo, atenúe la iluminación cuando activemos Netflix para ver una película.
Aspiradoras inteligentes
Podremos controlar estos electrodomésticos desde nuestro smartphone en cualquier parte. Las más innovadoras contienen sensores que crean un mapa para saber si ha quedado limpio hasta el último rincón.
Dispositivos para mejorar el sueño.
Ha habido una explosión de gadgets y dispositivos enfocados a supervisar el sueño como “Sense”, capaz analizar el ruido, la luz y temperatura de la habitación para despertarnos en el momento más apropiado de nuestro ciclo de sueño e incluso avisarnos si algo en nuestro entorno está perturbando el descanso. Algunos sensores son capaces de detectar el momento en el que nos hemos quedado dormidos y apagar la televisión y las luces de nuestra habitación. Pueden también detectar cuando nos hemos despertado y activar la cafetera inteligente para tener café listo al levantarnos.
Cámaras
La instalación de cámaras de seguridad es algo bastante generalizado en edificios y espacios públicos, pero no tanto en el hogar. Ya existen en el mercado cámaras de vigilancia para bebés que pueden ser controladas desde Internet y seguramente, la implantación de cámaras de vigilancia doméstica, como elemento de seguridad y control, se convertirá en una práctica habitual.
No obstante, si bien todos estos artículos pueden ser de gran utilidad para la vida diaria o para la eficiencia en los procesos productivos, existe un preocupación creciente acerca de la seguridad y privacidad de estos dispositivos.
¿Es necesario transmitir toda la información que recopilan estos aparatos? ¿Son suficientemente seguros? La respuesta es claramente NO.
Existen numerosos riesgos de seguridad asociados a los dispositivos IoT, los cuales abordaremos en un próximo post, que pueden comprometer la seguridad de una red entera. La heterogeneidad de este tipo de dispositivos, así como la casi nula preocupación de sus fabricantes por la seguridad, hacen que sean uno de los objetivos favoritos de los hackers, a través de los cuales se hacen con el control de una red.